Una de mis piezas favoritas de escritura en ciencias sociales es "La mente como un órgano consumidor" de Tom Schelling (enlace en la respuesta). Además de tener quizás el mejor párrafo de apertura de todos los tiempos, la pieza argumenta que las percepciones *subjetivas* de la realidad deben tomarse en serio en economía. Schelling sostiene que son las percepciones subjetivas de la realidad, en lugar de la realidad objetiva, las que determinan cómo se comportan las personas, votan y, en general, cómo se sienten acerca de sus circunstancias. ¿Por qué es necesario hacer este argumento en primer lugar? Bueno, por un lado, los economistas tienden a asumir que la realidad objetiva coincide con la realidad subjetiva, es decir, el entorno al que se enfrentan las personas es el que realmente piensan que están enfrentando. Pero, como han demostrado décadas de investigación, las percepciones de las personas sobre la realidad que enfrentan difieren sistemáticamente de la realidad objetiva. La desigualdad, los niveles de vida, la posición relativa, son solo algunos ejemplos destacados. Es fácil ver cómo estas percepciones pueden ser manipuladas para hacer que las personas hagan clic en tu artículo o voten por políticas específicas. Pero las creencias, una vez establecidas, son notoriamente difíciles de cambiar. El sesgo de confirmación es real, es robusto y es muy difícil de superar. Así que sí, definitivamente deberíamos tomar en serio las percepciones subjetivas en términos de entender el comportamiento humano y cómo las personas se sienten acerca de sus circunstancias. Pero corregir las percepciones erróneas será más difícil que simplemente decirles "estás equivocado."

Gran conversación amplia con @SpencrGreenberg sobre Keynes vs. Fama en los mercados financieros, si la IA eliminará los sesgos humanos o los explotará, así como su posible papel en las transacciones económicas. Consulta el enlace en la respuesta.

Esto me recuerda a un viejo chiste soviético (contexto: los cosacos eran un "tipo duro" prototípico en los chistes soviéticos). Un funcionario soviético de la ciudad estaba visitando el lejano este y un cosaco le estaba mostrando el lugar. Saltan un semáforo en rojo. El funcionario le pregunta al cosaco, ¿por qué no te detuviste? Ofendido, el cosaco responde: somos un pueblo orgulloso y fuerte, ¿por qué habríamos de detenernos solo porque un semáforo nos lo pida? Siguen conduciendo y luego se detienen en un semáforo en verde. El funcionario pregunta, ¿por qué te detuviste, el semáforo está en verde? El cosaco: oh, tenemos que detenernos. Podría haber otro cosaco pasando y no queremos que nos atropellen. Bonita ilustración del equilibrio :)