Un error común al resolver problemas es intentar solucionarlos instantáneamente: > nos sentamos > encontramos soluciones en un corto período > comenzamos a ejecutar es un ejercicio reactivo disfrazado de uno proactivo - hay una ilusión de que te estás preparando con antelación, pero eso no es cierto. Para preguntas con un impacto a largo plazo, este enfoque es defectuoso. No deberías buscar una respuesta inmediata, deberías buscar la correcta. Una mejor manera es definir el objetivo, luego dejarlo en paz por un tiempo. Déjalo cocinar en el fondo de tu mente, abórdalo desde diferentes ángulos en diferentes momentos. Dado el tiempo suficiente, casi siempre regresas con mejores soluciones de esta manera.