"La domesticación de animales por parte de los humanos generalmente conduce a una disminución en el tamaño del cerebro. Hasta la fecha, esto se ha observado en perros, ovejas y conejos. ...los investigadores se preguntaron si lo mismo era cierto para los gatos domésticos... Encontraron que los cerebros de los gatos domesticados son mucho más pequeños que los de sus antepasados. Para demostrar que la disminución en el tamaño del cerebro era atribuible a la domesticación, los investigadores también midieron la capacidad craneal de un gran número de gatos salvajes europeos y un gran número de híbridos. El tamaño del cerebro de tales gatos estaba generalmente entre el de los gatos domésticos y el de los gatos salvajes africanos."