Los agricultores pueden ganar más de $1,500 por acre arrendando tierras para energía solar—ingresos estables cuando las cosechas fallan. Pero las prohibiciones locales están bloqueando estos acuerdos, despojando a los propietarios de tierras que los desean de sus derechos de propiedad. Reglas estatales claras protegen tanto las economías rurales como la libertad.