10. Cuando pierdes tu sentido de dirección, no actúes por impulso. ⤵️ Jim Clayton aprendió esta lección de la manera difícil mientras volaba un pequeño Cessna que estaba bajo de combustible y completamente perdido en territorio desconocido. Ignoró su plan de vuelo, confió en su instinto y casi se estrella. Más tarde, se dio cuenta de que el mismo principio se aplicaba a los negocios: cuando estás desorientado, tus instintos a menudo te traicionarán. Como escribió en sus memorias: "Lo último que deberías hacer es lo primero que sientes que deberías hacer." Esa mentalidad le ayudó a reconstruirse después de una brutal quiebra, a sobrevivir a cada competidor en su industria y, eventualmente, a vender su empresa a Warren Buffett por 1.7 mil millones de dólares. La historia de Jim Clayton está llena de lecciones como esta: mostrar moderación, actuar racionalmente y construir sistemas que te mantengan firme cuando todo a tu alrededor está girando.