En nuestra sociedad ya no hablamos de pecado, maldad, vicio o malas decisiones. Todo ha sido subsumido bajo la bandera de la "salud mental". Toda acción malvada es un síntoma de una enfermedad. Un tipo que asesina al azar a una mujer inocente en el tren simplemente muestra signos de una enfermedad médica. Los asesinos salvajes son moralmente indistinguibles de los pacientes con cáncer. Esta es la raíz de muchos de nuestros problemas.