El índice MSCI de América Latina está rompiendo, impulsado por lo que creo que es la combinación ideal de relaciones P/E deprimidas y un crecimiento económico acelerado.   Si bien todos los ojos están puestos en Argentina hoy, en mi opinión, estamos presenciando un cambio transformador más amplio en toda la región.   Podría decirse que el entorno político está mejorando, pero lo que es más importante, hay una creciente conciencia de la importancia estratégica de América Latina para Estados Unidos y otras economías occidentales.   La región es un proveedor vital de los recursos naturales críticos necesarios para respaldar iniciativas intensivas en productos básicos, como la relocalización de la fabricación, la modernización de las redes eléctricas, la construcción de centros de datos, el avance de la automatización y la inteligencia artificial, el fortalecimiento de las capacidades de defensa y el impulso de la electrificación.   En mi opinión, es probable que se avecinan tiempos emocionantes para esta región.