El oro se ha consolidado últimamente, pero este movimiento está lejos de terminar, en mi opinión. Mucha gente está llamando a un pico, pero los desequilibrios fiscales y de deuda siguen profundizándose, y los bancos centrales siguen siendo implacables compradores de oro. El genio de la degradación está fuera de la botella. Este no es el momento de jugar al héroe tratando de cronometrar la volatilidad a corto plazo. Todos los caminos continúan conduciendo a los metales, y la minería sigue siendo la base de la innovación y el renacimiento industrial.