Si me sigues desde hace tiempo, ya sabes que llevo casi cinco años en el mundo cripto. Cuesta creer que haya aguantado tanto. Llegué en el apogeo de la fiebre de los NFT de 2021, cuando todo el mundo estaba acuñando, haciendo un FOMO fuerte y los suelos saltaban a diario. Estaba allí sosteniendo mi BAYC, grindeando sin parar, apareciendo en NFT NYC, corriendo por HK Apefest, haciendo cualquier cosa tanto online como si fuera relevante. Los dos últimos años fueron diferentes. Ver a sus amigos vender a sus simios uno tras otro y escabullirse en silencio. Pica. Lo pasamos todo juntos. Bombo, caos, victorias, colapsos. Ahora miro el suelo de BAYC y necesito un momento. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? @yugalabs necesita reflexionar. La comunidad sigue gritando consignas y afrontando las cosas mientras el progreso oficial avanza. La dirección se siente poco clara, la ejecución débil. La mitad del tiempo no puedo saber quién dirige. Mientras tanto, Andrew Tate sigue generando atención en cada rincón de internet: •Impulso continuo •Salida constante • Ampliación de su alcance • Aparecer en todas las plataformas e industrias Abre cualquier señal y lo ves en algún sitio. Seré directo. @BoredApeYC quedado atrás en todos los frentes. Narrativa, ejecución, branding, cultura. Otros los superaron en todas las categorías. Esto no va de odio. Después de casi cuatro años en el BAYC, puedo decirlo sin rodeos. Esto no es un problema de mercado. Esto es un tema de Yuga. Me encantaba, lo sostenía, creía en ello. Ahora, mirando al suelo, la verdad es sencilla. El club al que nos fusionamos juntos es más valioso como recuerdo que como activo.