Cuando eres un fundador, son las pequeñas cosas las que fastidian. Diseña una plantilla de mailchimp. Averigua cómo iniciar sesión en la consola web. Recuerda qué LLM te dio esa respuesta sobre cómo calcular la tasa de abandono. Descubrir qué cafetería es la adecuada para reunirte con un candidato que haga que parezca que tienes el control, pero también que eres flexible, pero también ocupado, pero también serio, pero no demasiado serio con tu café. Pero, por otro lado, esas son las pequeñas cosas que marcan la diferencia. Al menos lo son si las haces con suficiente frecuencia, te vuelves lo suficientemente bueno y apilas suficientes de ellas una sobre otra, una por una, hasta llegar a la gran cosa que quieres construir.