Por primera vez desde 1996, los bancos centrales extranjeros ahora tienen más reservas de oro que de bonos del Tesoro de Estados Unidos. El cruce, basado en datos de Bloomberg, refleja un aumento constante en la compra de oro desde mediados de la década de 2000 junto con una larga disminución en las tenencias del Tesoro. El estratega macro Otavio "Tavi" Costa destacó el cambio en X, calificándolo como el comienzo de uno de los reequilibrios globales más importantes en décadas. Lo comparó con la década de 1970, cuando una medida similar remodeló las finanzas globales y redujo el dominio del dólar. La tendencia indica un creciente malestar con la deuda de Estados Unidos y un deseo entre los bancos centrales de diversificarse. La incertidumbre geopolítica y el debilitamiento de la confianza en el papel del dólar como moneda de reserva mundial están impulsando el movimiento. Las compras continuas ya han respaldado los precios del oro, que han subido más del 35 por ciento durante el año pasado. A finales de agosto, el oro rondaba los 3.391 dólares la onza, justo por debajo de su máximo histórico por encima de los 3.500 dólares. Al mismo tiempo, el índice del dólar estadounidense ha caído casi un 10 por ciento este año, mientras que los rendimientos del Tesoro siguen siendo elevados. El cambio sugiere que las finanzas globales están entrando en una nueva fase. Los bancos centrales parecen comprometidos con el oro como una cobertura más segura, lo que plantea dudas sobre el papel futuro de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
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