Si preguntas a todo el mundo en una organización de qué porcentaje del éxito de la organización es responsable personalmente, acabarás con un total de alrededor del 300 por ciento. Esa es la realidad, y muestra por qué hay que ser preciso al atribuir resultados concretos a las acciones de personas concretas. De lo contrario, nunca sabrás quién es responsable de qué—y aún peor, puedes cometer el error de creer a personas que erróneamente afirman estar detrás de grandes logros. #principleoftheday